El proyecto de Castell d'Encús se gesta
durante varias décadas de aprendizaje y meditación.
No es más que la persecución de un sueño a través de
un largo camino - sin fin - que representa un reto,
y a la vez, una obsesión para hacer vinos elegantes y frescos
a través de la investigación y experimentación
y que describan nuestro paisaje, clima , costumbres ...
Nuestro emplazamiento en el Pirineo leridano
ejemplifica muy bien nuestra propuesta.
- Raul Bobet -
TRADICION, INNOVACION, AUTENTICIDAD
Después de unos años de empirismo y experimentación
las almazaras de fermentación de origen medieval se están utilizando
para fermentar nuestros vinos tintos como parte del blancos.
El hecho de trabajar con levaduras autóctonas
es uno de los rasgos diferenciales que no emprunte importancia a la uva
y permite un vino mucho más genuino y honesto con nuestro paisaje.
En el caso de los vinos Quest y el Taleia Brisat todo el proceso fermentativo
se realiza en estos lagares de piedra.
RESPETO POR EL MEDIO AMBIENTE
La bodega ha sido el primero en utilizar en todos sus procesos la transferencia calor-frío de la energía geotérmica en un esfuerzo por disminuir el gasto energético y reducir también el impacto medioambiental. La bodega también ha sido diseñado para que funcione por gravedad en todos sus procesos, y cuenta con la tecnología enológica más avanzada.
Actualmente estamos tramitando el proceso para ser reconocidos como bodega ecológica, ya que no utilizamos pesticidas, herbicidas, fungicidas ni ningún tipo de tratamiento nocivo por el suelo.
La altitud de la finca, el buen aireación de las cepas y la alta acidez que el terroir aporta a nuestros vinos son el mejor agente protector natural con que podemos contar, algo que ya hicieron intuir los monjes en el siglo XII.
